Medellín en la Feria de las Flores y el alma viva de la cultura silletera
Cuando Medellín celebra, florece. Y si hay un momento para vivir la ciudad con el corazón en la mano, ese es durante su fiesta más icónica: la Feria de las Flores. Esta es una celebración que transforma las calles, los parques, las montañas y hasta las conversaciones de la ciudad. Es una invitación abierta a conocer lo que realmente somos: gente con berraquera, con historia, con identidad que florece desde la raíz.
Un patrimonio que camina con flores
La cultura silletera nació en las montañas de Santa Elena, a tan solo 30 minuticos del centro de la ciudad. Allí, hace más de un siglo, los campesinos cargaban a la espalda silletas de madera para transportar personas, alimentos y flores hasta las plazas de mercado más emblemáticas como la Placita de Flórez o La Playa. Así, paso a paso, nació una tradición tan poderosa como colorida.
Ese acto de amor por la tierra, de esfuerzo familiar, de conexión con el campo, dio origen a uno de los símbolos más queridos de Medellín: el silletero. Hoy en día, esa cultura sigue más viva que nunca y tiene su máxima expresión en el Desfile de Silleteros, el corazón de la Feria de las Flores y una de las manifestaciones culturales más auténticas de Latinoamérica.
Este 10 de agosto, más de 500 silleteros y silleteras bajarán nuevamente desde Santa Elena para llenar las calles de flores, emociones y orgullo paisa. Entre ellos estarán niños, jóvenes, personas con neurodiversidad y familias enteras que, con cada flor, cuentan una historia de tradición, resistencia y amor por lo que somos.
Mucho más que un desfile
Cada silleta es una obra de arte viva. Las hay tradicionales, emblemáticas, monumentales y comerciales. Todas son elaboradas a mano durante semanas, con flores cultivadas en las mismas fincas que han visto crecer a generaciones enteras de silleteros. Verlas en el desfile no solo es un espectáculo visual: es un momento que sacude el alma.
Pero si quieres ir más allá, te recomendamos vivir la experiencia completa en una finca silletera. Allí puedes aprender a armar tu propia silleta, recorrer cultivos de flores, escuchar historias directamente de las familias silleteras, compartir un sancocho paisa en fogón de leña y entender por qué la tradición sigue floreciendo.
Hoy hay más de 30 fincas abiertas al turismo en Santa Elena, muchas de ellas con oferta de talleres, gastronomía tradicional, venta de flores, y conexión directa con la vida rural. Además de ser una experiencia hermosa, estás apoyando el turismo comunitario y sostenible que transforma el territorio.
Una ciudad que florece con su gente
La Feria de las Flores 2025 será del 1 al 10 de agosto y tendrá más de 200 eventos entre tablados populares, conciertos, desfiles, actividades culturales y rutas para explorar Medellín desde todos sus rincones.
Además del Desfile de Silleteros, se vienen planes para todos los gustos: el Parque Cultural Nocturno, con noches de bolero, música afro y tropical; el tradicional Festival Nacional de la Trova; los desfiles de Autos Clásicos, Chivas y la fiesta en la Avenida Primavera. Todo esto con entrada libre en la mayoría de escenarios y pensado para que tanto locales como visitantes vivan la ciudad al 100%.
Este año, como parte del compromiso con la memoria colectiva, cada silletero llevará una cinta negra en homenaje a las víctimas del invierno en Colombia. Y gracias al apoyo institucional, estrenarán vestuario tradicional, reafirmando el valor cultural de este legado campesino que nos llena de orgullo.
Medellín: destino auténtico, diverso y floreciente
Si vienes a Medellín en agosto, vienes a vivir una experiencia que no se parece a nada. La ciudad se viste de flores, pero también de historias, de tradición y de sabor. En cada esquina hay algo qué hacer, qué probar, qué celebrar.
Entre paseo y paseo, puedes recorrer lugares mágicos como el Parque Arví, donde el mercado de productores locales te conecta con lo hecho a mano y con la naturaleza; visitar el Jardín Botánico, con sus orquídeas y espacios verdes para respirar tranquilidad; o caminar por el Centro de Medellín, donde lugares como La Playa o la Plaza Botero te muestran la mezcla perfecta entre lo clásico y lo moderno.
Para los que aman las compras con propósito, la ciudad también florece con propuestas hechas con las manos, el alma y mucho estilo. Desde los centros comerciales hasta las ferias de diseño y los mercados locales, hay opciones para llevarte un recuerdo auténtico, lleno de identidad y hecho en Medellín.
Y si quieres vivir una experiencia 100% campesina, además de las fincas silleteras puedes visitar alguna de las fincas agroturísticas en los corregimientos de San Cristóbal, Altavista o San Antonio de Prado, donde vas a encontrar producción local, talleres, naturaleza y gastronomía.





Porque Medellín no se visita, se vive
La Feria de las Flores no es solo un evento, es un sentimiento colectivo. Es ver cómo florece la historia de una ciudad que convirtió su tradición en oportunidad. Que hizo del orgullo campesino una bandera. Que convirtió la silleta en un símbolo de amor propio, resiliencia y belleza.
Y si vienes, no solo vas a ver flores: vas a vivir el calor de la gente, el arte en las calles, la trova que saca carcajadas, el color de los barrios, el sabor de nuestras cocinas y la berraquera de una ciudad que siempre tiene algo más por mostrar.
Así que ya sabes: agéndate del 1 al 10 de agosto, arma el parche y ven a vivir Medellín en su máxima expresión. Porque aquí todo florece, especialmente en la Feria de las Flores.
¡Ven y disfruta la feria de las flores!
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